Entrevista a Domingo Hernández Ixcoy
Después de haber asistido al Diálogo Público “Estado y Pueblos Indígenas” en el que se presentaron las Demandas y propuestas de los Pueblos Indígenas de Iximulew, tuvimos la gran oportunidad de poder conversar con Domingo Hernández Ixcoy, uno de los fundadores del Comité de Unidad Campesina en el año 1978.
Domingo Hernández Ixcoy, conocido también como Mingo Hernández, es Maya Quiché, originario de Santa Cruz del Quiché, desde siempre comprometido por la lucha indígena y campesina. Tras largos años de lucha por las sierras del Quiché y su paso por el CUC, pasó una temporada viviendo en el exilio, primero en Europa y más tarde en los Estados Unidos.
Tras su regreso a Guatemala su presencia en la lucha es tan clara como siempre y actualmente es coordinador de la asociación maya Uk’U’x B’e y también miembro de la convergencia nacional maya Waqib’kej.
Que es el Comité de Unidad Campesina (CUC)?
El CUC es una organización resultado de varios procesos. En la década de los sesenta comienzan en Guatemala una cantidad de proyectos que tienen como objetivo intentar cambiar las condiciones de empobrecimiento en que se encuentran los pueblos indígenas.
Se formaron ligas campesinas, sindicatos, organizaciones culturales, organizaciones de los pueblos indígenas. Estas eran esfuerzos importantes pero no respondían realmente a los problemas estructurales que son los que perjudican y afectan a los pueblos indígenas.
Así que es a través del conocimiento de esta historia de participación que nosotros comenzamos a buscar la manera de explicar la situación en la que nos encontramos. Primero, nos dimos cuenta de que el empobrecimiento en el que nos encontramos no es voluntad de Dios. Segundo, que tampoco lo iban a solucionar los partidos políticos. Tercero, las diferentes religiones que hay en el país tampoco resuelven nuestra situación.
Por lo tanto nosotros miramos la posibilidad de crear una organización, una organización de los trabajadores del campo, una organización campesina e indígena.
Como fueron los primeros pasos del CUC?
Debo decirle, con mucha humildad, que el tema de las demandas indígenas no lo teníamos muy bien desarrollado. Teníamos más avanzado todo el tema de demandas de los trabajadores del campo, los trabajadores migratorios, las condiciones en que viven en las fincas de Guatemala, etc.
Aun así, des del principio, entendimos que los problema son dos, de profundas raíces históricas:
uno, la explotación, y el otro la discriminación de los pueblos indígenas. Estos dos problemas, son los que consideramos necesario resolver, a través de demandas.
Por qué apuesta el CUC?
El CUC ha apostado por la formación. La formación es la que nos ayuda para clarificar lo que realmente estamos buscando, si no tenemos formación es más fácil que nos puedan manipular, nos puedan engañar. También es importante la participación de sus bases. Esta es determinante para que una dirigencia no pueda tomar y cambiar el rumbo de la organización. Estos creo que son los elementos principales que sostienen la organización.
Como es la lucha del CUC?
Yo considero que el CUC tiene raíces históricas bien sólidas, en la formación y en la claridad política. Es decir, es como si fuera un edificio bien cimentado. Pueden venir momentos de temblores, como las épocas electorales, que prácticamente en este país a veces desestabilizan las organizaciones, pero en el caso del CUC hay una firmeza. La firmeza en lo que hacemos, la claridad de cuestionar los problemas estructurales y no las cuestiones superficiales, esto ayuda mucho.
Hablemos de Waqib’kej, cuál es su trabajo actualmente?
Waqib’Kej nace el 26 de noviembre del 2003. Waqib es seis y Kej es venado, seis venado del calendario maya. Ese fue el día de una movilización importante que realizamos en este país para presentar nuestras demandas ante los candidatos presidenciables de los partidos políticos. A partir de allí, comenzó una articulación entre nuestras organizaciones, Waqib’Kej.
Tal vez cuando nacimos éramos muchas organizaciones que nos sumamos a la iniciativa, con el paso del tiempo varias se fueron desligando porque tenían demandas muy puntuales y demandas de muy corto plazo. Mientras que las demandas que se planteaban desde las organizaciones que integramos la junta actual de Waqib’kej tenemos una visión de largo plazo; entendemos que nos movemos en la coyunturas, aprovechamos la coyunturas, nos fortalecemos en las coyunturas o nos cuidamos de la coyuntura para que no acaben con nosotros.
Por ejemplo, con la coyuntura difícil que vivimos en tiempos de Otto Pérez Molina, sabíamos que llegaba un presidente represivo, contrainsurgente, enemigo de los pueblos indígenas, enemigo de los que reclamamos justicia, y entonces nos preparamos para eso. Hicimos la marcha de Cobán hacia la capital, en el 2012, para fortalecer nuestras organizaciones. Posteriormente, el año pasado, se fue presentando en el País una coyuntura que nos vino a favorecer fuertemente en la articulación, en la consolidación de nuestras organizaciones y en profundizar nuestras demandas.
Como se siente después del Dialogo de hoy?
Yo digo que bastante bien, porque así vamos aprendiendo. Así vamos aprendiendo como crear estos diálogos horizontales con los gobiernos. No venimos a pedir al gobierno, no pedimos que nos incorporen en sus programas. Pedimos que se hable de problemas estructurales que hay que resolver en este país, eso creo que es un paso muy importante.
